top of page

Fraccionamiento Estanza

La comprometedora situación ambiental que tiene el Área Metropolitana de Monterrey desde hace alguno años ha impulsado a diferentes actores a pronunciarse a favor de mejores prácticas de desarrollo. El grupo Especialistas y Actores Ambientales Nuevo León aplaude todos aquellos esfuerzos de particulares y/o de grupos que se avoquen en promover medidas sustentables; nosotros mismos somos un grupo de ciudadanos profesionistas en materia ambiental que entre sus objetivos se ha planteado impulsar políticas públicas ambientales en el estado. También nos interesa colaborar en la difusión de información documentada de índole ambiental.


El motivo de este escrito es porque en fechas recientes ha circulado una petición de firma para detener la construcción del fraccionamiento Estanza al sur de la ciudad de Monterrey, propiamente de la constructora Carza. Lamentablemente, en esta petición se utilizan una serie de aseveraciones y argumentos que están desproporcionados o tendenciosos, lo cual le quita seriedad y credibilidad al movimiento en contra de la construcción de este fraccionamiento.

OBSERVACIONES al comunicado que emiten:

Argumento: El fraccionamiento se construye sobre el cauce del río.

Realidad: No, se construye a un lado del cauce del río, respetando el cauce delimitado por la CONAGUA.

Argumento: La construcción es inconstitucional ya que se realiza sobre una zona protegida federal.

Realidad: No, se construye a un lado del cauce del río, en una zona que no tiene régimen de protección federal, ni estatal ni municipal. Además, el predio en cuestión fue clasificado como de tipo “vivienda unifamiliar” en el Plan de Desarrollo Urbano del municipio de Monterrey 2010-2020, para lo cual se debieron considerar las características que presenta el área.

Argumento: El cambio de uso de suelo afecta vegetación riparia, incluyendo sabinos de más de 100 años de antigüedad.

Realidad: La vegetación desmontada corresponde a vegetación de tipo secundaria (o vegetación que se desarrolla después de un disturbio), ya que anteriormente el predio era un potrero donde hace un par de décadas había ganado y caballerizas. Los sabinos y vegetación riparia se encuentran en el cauce del río, no en el área que es afectada por el cambio de uso de suelo o desmonte.

Argumento: Se está afectando el “pulmón de Monterrey”

Realidad: Se están afectando 7 hectáreas de vegetación secundaria, no así las 4’269,870 hectáreas (estimación aproximada) de vegetación natural que existe en el estado.

Argumento: Es un “verdadero ecocidio”

Realidad: Todo desmonte o cambio de uso de suelo podría considerarse como “ecocidio”, incluyendo aquel que se realiza para construir las casas donde vivimos, las fábricas y edificios en los que trabajamos y en los que nos proveemos de bienes y servicios, las escuelas y hospitales, la infraestructura para proveer de servicios básicos, etc. Estrictamente hablando, todos los que nos beneficiamos de lo anterior somos culpables de un ecocidio. Ante el modelo de desarrollo imperante, los cambios de uso de suelo o desmontes parecen ser un mal necesario; sin embargo, existe un conjunto de normativas y disposiciones legales para mitigar los impactos ambientales derivados de un cambio de uso de suelo, las cuales el promovente debe cumplir para poder tener y continuar con la autorización para realizar las obras, por ejemplo, reubicación de especies de flora y fauna, entre otras.

Argumento: Con la construcción del fraccionamiento se incrementa el riesgo de inundaciones, poniendo en riesgo la vida y el patrimonio de los vecinos actuales

Realidad: La microcuenca de la que forma parte el predio en cuestión tiene una superficie de 13,000 hectáreas, de las cuales sólo 8,000 hectáreas se ubican en la parte de la cuenca hasta la boquilla que se forma a la altura del puente de la colonia Villa Las Fuentes. De estas 8,000 hectáreas, alrededor de 1,700 hectáreas se encuentran ya urbanizadas (cifras aproximadas), lo cual representa el 21.25% de esta parte de la microcuenca. Las 7 hectáreas del fraccionamiento corresponden a sólo el 0.09% de la superficie total de esta parte de la cuenca y al 0.11% de la superficie no urbanizada aún. Es decir, el mayor problema lo representan los fraccionamientos ya existentes. El impacto de este fraccionamiento es muy poco significativo con respecto a todo lo que ya se ha urbanizado, y no hará gran diferencia respecto a las inundaciones. En otras palabras, las zonas adyacentes al río la Silla se inundarán de todas maneras ante fuertes lluvias, se construya o no el fraccionamiento cuestionado.

Argumento: Esta área está considerada de alto riesgo por la CONAGUA

Realidad: No se menciona alguna referencia para respaldar este dato. Lo cierto es que el Atlas de Riesgo para Nuevo León no marca riesgo para el área del fraccionamiento. Cabe mencionar que el Atlas de Riesgo utiliza un Sistema de Información Geográfica para desplegar visualmente las zonas donde existen riesgos hidrológicos y geológicos.

Argumento: El trámite presenta una serie de irregularidades e incumple los reglamentos de SEMARNAT, vialidad e impacto ecológico.

Realidad: No menciona alguna referencia para respaldar este dato.

CONSIDERACIONES IMPORTANTES:

- El mayor problema lo representan las 1,700 hectáreas ya urbanizadas, de las cuales 500 hectáreas se han urbanizado en los últimos 10 años. En la siguiente imagen se muestra en color rojo los desarrollos de los últimos 10 años y en color naranja el desarrollo del fraccionamiento Stanza.

Imagen: Superficie urbanizada en los últimos 10 años (en color rojo).

Fuente: Elaboración Nahum Sanchez, Google earth

- El Plan de Desarrollo Urbano del municipio de Monterrey 2010-2020 tiene contemplado el límite del cauce del río de acuerdo a lo estipulado por CONAGUA. El cauce está contemplado como corredor biológico.


Imagen. Zonificación Delegación Sur. Fuente: Plan de Desarrollo Urbano del municipio de Monterrey 2010-2020.

- De acuerdo con el Atlas de Riesgo para el Estado de Nuevo León, la zona sujeta a desmonte o cambio de uso de suelo se ubica en la zona libre de riesgo considerando un período de retorno de 20 años.


Imagen. Zonas de riesgo hidrometereológico, en morado a un período de retorno de 10 años y en rojo a un período de retorno de 25 años. Fuente: Atlas de Riesgo para el Estado de Nuevo León.

Imagen. Zonas de riesgo hidrometereológico, en morado a un período de retorno de 10 años y en rojo a un período de retorno de 25 años. Fuente: Atlas de Riesgo para el Estado de Nuevo León.

- En el Atlas de riesgo también se observa que hay zonas ya urbanizadas que presentan riesgo de encharcamiento, en color morado. Estos datos son aún sin el fraccionamiento Stanza, lo que significa que estas zonas no debieron urbanizarse y que las personas que ahí habitan podrían solicitar ser reubicados o que les sea instalada ingeniería de drenaje propia para esa zona marcada como de riesgo.


Imagen. Zonas de riesgo de encharcamiento (en color morado). Fuente: Atlas de Riesgo para el Estado de Nuevo León.

Como Especialistas y Actores Ambientales Nuevo León buscamos informar con veracidad a la población acerca de los temas ambientales. Por ello presentamos esta información, no con la intención de defender la construcción de un fraccionamiento, sino con la intención de presentar información documentada.


Estamos conscientes de los graves impactos ambientales que conlleva el desarrollo de nuestra ciudad y de la población que vive en ella. Es difícil detener el desarrollo, pero lo que sí podemos hacer es promover la regulación adecuada para minimizar sus impactos adversos. Consideramos que los esfuerzos para hacerlo no deben hacerse presentando argumentos e información limitada que dan una imagen tendenciosa y por lo tanto falsa de la realidad.


Para este caso en particular, no detectamos que la empresa constructora incumpla con la normatividad y disposiciones vigentes, por lo tanto, ésta tiene tanto derecho a construir como lo hicieron los fraccionamientos anteriores, en los cuales viven muchos de los actuales inconformes.


Consideramos que en lugar de estar atacando a una empresa constructora que parece cumplir con la normatividad y disposiciones vigentes, se deberían dirigir los esfuerzos para impulsar la modificación de la normatividad y disposiciones existentes y, al mismo tiempo, buscar y proponer soluciones para la zona ya habitada que está dentro de zona de riesgo (en morado).


Por otro lado, es importante considerar que el Atlas de Riesgo para Nuevo León se elaboró en el año 2008 por lo que en los modelos de predicción de riesgos no se incluyeron los datos de eventos hidrometereológicos como fue el Huracán Alex en 2010. De considerar estos datos, es probable que la predicción de riesgos cambie drásticamente. Además, los límites del cauce del río probablemente hayan cambiado después del Huracán Alex, por lo cual sería importante realizar una redelimitación actualizada del cauce.


También es importante considerar que ante el cambio climático global se pronostica una mayor frecuencia e intensidad de eventos metereológicos como son los huracanes, un factor importante que deben considerar los modelos de predicción de riesgos. Es decir, los riesgos de inundación serán cada vez mayores no sólo por la urbanización, sino además por los efectos del cambio climático.


En conclusión, con las bases legales vigentes, no hay argumentos suficientes para exigir la cancelación del fraccionamiento Estanza. Sin embargo, este caso nos obliga a poner sobre la mesa temas que es importante considerar como gobierno y sociedad para futuros desarrollos. Especialistas y Actores Ambientales Nuevo León reitera su compromiso e interés para colaborar con información para debatir y proponer; y hace un atento llamado a la ciudadanía a continuar participando informadamente en todos aquellos foros ambientales que tengan injerencia en las políticas públicas ambientales



PROPUESTAS

- Solicitar a Conagua una redelimitación actualizada del cauce del río.

- Dirigir esfuerzos para impulsar la modificación de la normatividad y disposiciones existentes.

- En la autorización de nuevos fraccionamientos se deben considerar estudios de riesgo actualizados y, de ser posible, considerar períodos de retorno de 50 o 100 años.

- Buscar y proponer soluciones para la zona ya urbanizada que está dentro de zona de riesgo de encharcamiento (en color morado).

- Realizar obras de ingeniería adecuadas para el drenaje pluvial.



Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page